El padre Columba Stewart, sacerdote benedictino, ha digitalizado más de 70 millones de páginas de manuscritos.
Los esfuerzos de conservación, que comenzaron en 2003, ahora abarcan 13 países, incluidas las áreas afectadas por la guerra civil y la persecución de los cristianos.
La llegada de la religión a esta obra se produjo cuando un grupo de cristianos del Líbano exigió la recuperación de parte de su patrimonio manuscrito y se designó al sacerdote para que asesorara en el proyecto.
El cambio de dirección de la biblioteca les dio acceso a los documentos, marcando el inicio del camino que permitió su preservación en las zonas de guerra y persecución.
Digitalizó una colección de manuscritos de Siria e Irak que actualmente están destruidos o desaparecidos debido a la guerra.
Los objetivos del sacerdote incluyen preservar documentos que él cree que son imposibles dada la situación actual en Afganistán, e investigar otros países de Asia Central para averiguar qué documentos se encuentran.
Sin duda, la labor de esta religión es encomiable y nos hace reflexionar sobre la importancia de la digitalización de documentos.